Se atrevieron a jugar con una música que los desafiaba más allá de cómo abrazar con las manos sus instrumentos. Se atrevieron a jugar con una música que les enseñaría a caminar de una forma distinta y a vivir el desconcierto de la libertad. En ese encuentro infantil, en el que había personitas que tocaban más que hablaban, sembraron la idea de que la Sedajazz Kids Band podía subir la imaginación al vagón del swing para disfrutar juntos de un viaje en el tiempo. Y sentir juntos que esta música consiste en escuchar, en compartir, en vivir la ilusión de buscar tu propia voz. Y ellas, ellos, sin filtros, en esta aventura han sido siempre generosos regalándonos todo lo que tenían. Ellos y ellas, partiendo de la pureza de sus días, han demostrado que disfrutar y aprender era el motor de cada ensayo, y de cada nuevo escenario. Durante estos años, han respirado la música creciendo a través de ella, siendo brillo de esta naturaleza humana llena de melodías, y demostrando que una voz en el encuentro de otras va mucho más allá de la suma de los sonidos. Así, atreviéndose a jugar, a ser niños músicos, han creado un recuerdo que los acompañará siempre para que puedan escuchar la imagen de su infancia y no perder la certeza de que, cuando cuidas de la semilla, aquello que brota siempre sorprende. - Marta Ramon